Cuando utilizo el adverbio “siempre” en contraste con el dicho “nunca es tarde”, quiero enfatizar que salir de una relación tóxica es primordial. No importa cuándo; lo verdaderamente importante es dar ese paso.
En los talleres que animo, a menudo escucho a personas que se fustigan por no haberse dado cuenta antes, por no haberse ido antes o por haber esperado hasta este punto para hacerlo.
Lo esencial ahora es darse cuenta y tomar conciencia de que lo más importante eres tú. Has sido muy valiente al salir de esta situación y al encontrar la fuerza y el coraje para tomar decisiones que generen el cambio necesario. Este proceso implica enfrentarse a muchos miedos vinculados a la relación. Lo fundamental es liberarse de los tentáculos de las manipulaciones, y por ello sostengo que siempre es el buen momento.
Este es un proceso en el que, poco a poco, se emprende un camino donde tú estás al mando. Vuelves a tomar decisiones para vivir de acuerdo a lo que realmente te conviene. El primer paso es reconectar con tu poder interior y reconocer que, efectivamente, hay algo que nos impide estar bien. Esta búsqueda incesante de que la situación actual podría cambiar es, en muchos casos, una ilusión desgastadora. Por otro lado, también es importante dejarse llevar por el impulso de que existe otra manera de vivir tu vida.