En cuanto el test de embarazo nos confirma que estamos verdaderamente embarazadas cogemos cita con una matrona que nos acompañará a lo largo del embarazo. Y de ahí empiezan una lista larga de citas entre ecos, ginecología y la matrona todo ello para asegurarnos de la buena salud de nuestro bebé en gestación y de la nuestra. Hace relativamente poco se presta cada vez más atención a la salud física y mental de la madre durante y después del embarazo. Han aparecido las clases de pre y postparto impartidas por las matronas. En las que se informa a la madre y a su pareja de su suelo pélvico o periné, en cómo actuar y respirar en las diferentes fases del parto. Después del parto, una vez la madre recuperada hay clases de cuidado del bebé, talleres de lactancia, y algo de recuperación del tono muscular al nivel del suelo pélvico. Sin embargo, el seguimiento de la recuperación del suelo pélvico no se hace en esas sesiones y no se contempla en absoluto la recuperación de la pared abdominal, a pesar de ser las partes del cuerpo más solicitadas y deformadas durante el parto.
Tras el parto se nota el esfuerzo que ha sido para el suelo pélvico y lo grande que es, así como lo importante que es en la movilidad del cuerpo, y su importancia en sostener los órganos internos (vejiga, uretra, útero y recto) y su rol en el funcionamiento de la vejiga. De la misma forma la pared abdominal es esencial para la coordinación muscular de todo el cuerpo, sin una pared abdominal funcional las actividades diarias son menos ágiles, hasta dolorosas. Durante el parto, a partir de las 14 semanas de gestación, los rectos abdominales empiezan a distanciarse y continúa aumentando hasta que el bebé nazca. La mayor recuperación de la diástasis abdominal, esa separación entre rectos, ocurre de forma natural en las primeras 8 semanas tras el parto, y luego avanza por fases. A veces, no termina de recuperarse del todo, y la gran mayoría de las mujeres no lo saben.
Se agradece el acompañamiento de las matronas a lo largo del embarazo, cada vez más se contempla el bienestar de la madre. El cuidado tan riguroso que se hace del bebé contribuye a que la madre esté tranquila y pueda también centrarse en ella misma. Y por suerte existen fisioterapeutas formados exclusivamente para la salud del suelo pélvico que acompañan a madres desde el principio de su embarazo hasta que se recuperen del todo después del parto. Es fundamental consultar después del parto a un fisio que revise el estado del conjunto suelo pélvico/pared abdominal, todo ello para evitar problemas que con el tiempo aumenten. Es igual de importante la salud de la mamá como la del bebé.
Pienso que esta información tiene que llegar a todas las futuras mamas y futuros papas, evita confusión y desamparo como fui mi caso. Para mí, fue total sorpresa cuando fui a consultar después de mi segundo parto una fisio del suelo pélvico. ¡Para mi primer embarazo ni me había enterado! Me auscultó con más atención y más detalles fijándose en la cicatrización del tejido de la vagina, y del tono muscular en distintas situaciones. Además, evaluó el estado de mi pared abdominal y me dijo que tenía una diástasis abdominal y una hernia. Ni sabía lo que era una diástasis abdominal, ni que era algo frecuente en los embarazos, nadie en mis dos embarazos me lo había comentado. Y tampoco, evidentemente sabía como rectificarla. Hasta entonces, conocía los ejercicios de Kegel y los ejercicios hipopresivos pero todo ello para el suelo pélvico, pero no para la tan frecuente diástasis.
Tras hacer una eco de mi pared abdominal supe como rectificar mi diástasis y no los hipopresivos en mi caso no eran la solución a mi problema. Y gracias a una atención personalizada pude recuperarme mejor tras la operación de mi hernia y pude rectificar mi diástasis abdominal. Sé que hay ginecólogos y ginecólogas que recomiendan operarse en algunos casos graves de diástasis, sin embargo, recomiendo que consulten un fisio especializado en la materia que os pueda, quizás, evitar una operación y la recuperación que conlleva. Y si fuese el caso, permitiría una mejor recuperación porque es una operación con gran impacto en el postoperatorio.